A mis amigos les
debo la ternura,
la alegría y la solidaridad,
que la vejez me fue
quitando lentamente.
Y cuando
una amiga se va
deja en nosotros un vacío
que otros
van llenando lentamente
a fuerza de presencia
y de ideales.
Dignos de ser diferentes,
nos ayudan a momentos
en la lucha
del esfuerzo brutal
que hace la diferencia.
A esos amigos presentes
aquí y ahora.
a esos amigos presente
allá y
entonces;
a todos ellos
que albergo en mi alma
y en mi recuerdo,
les dedico estas palabras:
Cuando un amigo
está presente
su dios está conmigo,
y sea cual sea,
respetado por mí es.
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