El dolor crónico IV
…afecta a millones de adultos
en todas partes…
EL PLACER ES POSIBLE
…entre todo el dolor, el placer puede parecer
imposible. Me lo dije durante mucho tiempo. El
juego, el placer y la alegría fueron experiencias
tan poco frecuentes, que aprendí que
simplemente no eran para mí…
…estaba tan acostumbrada a ser castigada por
una distensión o lesión muscular cada vez que
corría un riesgo. Estaba acostumbrada a que el
dolor acompañara al placer; a la alegría de ser
vencida por las inevitables señales de alerta que
se disparaban en mi cuerpo. Hasta que el deseo
de triunfo me enfureció con tanta fuerza que
no pude negarlo…
…finalmente corrí y comí alimentos a los que temía.
Me entregué a la posibilidad de que yo también
pudiera disfrutar de los placeres simples de la vida.
Y viví.
En lugar de decirle a mi cuerpo no podemos,
le mostré a mi cuerpo que podemos…
…al entablar amistad con mi cuerpo y comprender
realmente mi dolor, aprendí que el placer es posible…
DESMORONARSE ES LIBERADOR.
…en un sistema en el que deshacerse es inaceptable,
desmoronarse es muy liberador. Averías, rabietas,
llorar en tu coche con una canción, desconectarte
por completo, hacer una pausa, gritar en el océano.
Esta es la liberación. Permitirse decir una mala
palabra de vez en cuando, es a veces la mejor
medicina. No hay vergüenza aquí…
EL DOLOR NO TE ROMPE.
…debes saber esto: tu dolor no te rompe. Nada
te rompe, excepto tal vez un brazo roto. Pero
tú, como un todo, como ser humano, como ser,
nunca y nunca serás quebrantado…
EL PODER QUE TENEMOS NOSOTROS MISMOS
…la lección más importante para aprender del dolor
crónico es el poder que tenemos dentro de
nosotros mismos. Éste se relaciona con la
responsabilidad propia, pero va un paso más allá.
Nacemos con una habilidad innata para sanar.
Nuestro cuerpo sabe qué hacer.
Nuestra intuición conoce el camino…
…me tomó ver a una docena de médicos, varios
procedimientos traumáticos, una lista de
diferentes dietas, miles (miles) de dólares en
suplementos y trabajo corporal, y una gran
cantidad de esperanza rota para llegar a
comprender que no hay mejor sanador
para mi cuerpo que yo misma…